Siempre se escucha un programa radial y nunca nos preguntamos
si existe semiótica (ciencia que estudia los signos) en la voz del locutor, en
la música que programa y simplemente es publicidad lo que oímos, a pesar de que
nos llegue a los sentidos y sin darnos cuenta estamos consumiendo signos y
códigos para poder comunicarnos.
Para analizar la radio existe la teoría y la práctica de
cuatro elementos que deben ser conjugados y son: la palabra, la música, los
efectos sonoros y el silencio, estos componentes, una vez estudiados se llega a
la comprensión de saber cual y porque es
su uso. Desde un punto de vista con carencia de conocimiento definiríamos a
estos elementos como lo que son o adornos que dan estética al medio, de una u
otra forma lo son, pero en otra cara se manifiestan como un grupo que fortalece
el mensaje para analizarlo semióticamente.
Una vez que se posee el pensamiento humano encerrado en la razón lógica y no en la incoherencia,
es preciso ejecutarlo por medio de la palabra, que debe ser clara en el
lenguaje radiofónico para provocar una buena comprensión.
¿Por qué la música constituye una multiplicidad de
sensaciones? Considerada como arte de genios (clasicismo) que transportaba a la mente hacia una maravilla llena de
pomposidad cuando señores de la realeza escuchan las melodías de Beethoven o
Mozart. Las recientes armonías aún se las crea como arte pero otras deberían
volver a la cueva de la que salieron para no tener ni la dicha de hacerse
llamar música. No obstante, debido al capitalismo de estar a la moda y
despreciar lo bueno, es imprescindible escuchar de todo un poco, es ahí donde
se integra la interacción de la mente y se aventura a distintas imaginaciones
guiada de sentimientos de amor, tristeza, rebeldía y libertinaje, los dos
últimos son efectos que no quiere
producir el locutor en la juventud pero al instante que dice “vamos con estos
buenos éxitos (reggaetón)” los jóvenes ya asimilan lo que deben solicitar a una
estación para enviar saludos a una amiga o enamorado y para otra acción que es
bailar, está y otras connotaciones se puede generar y captar en una análisis
semiótico de radio.
Para dar una mejor consistencia al mensaje se lo acompaña de
un efecto sonoro, que además permite relacionar
la palabra transmitida con un escenario. Todos estos tres elementos,
palabra, música y efectos sonoros, necesitan del silencio para dar una pausa y
dejar una incertidumbre para después terminar el mensaje que se quiere
transmitir.
La importancia de analizar semióticamente la radio se
encuentra al hacer conciencia de cómo debemos escuchar cualquier programa,
noticias, música o radionovelas y tendremos una mejor experiencia para entender
lo que se nos quiere transmitir.
POR FABIAN LAGLA